lunes, 30 de mayo de 2011

Digimon Rumble Arena 2

Hola amigos CreppyPasteros
Hoy les traigo el ultimo Creppy del Mes, y nada mas y nada menos que desde Emudesc

Gracias a Luisters_Masters :

Digimon rumble arena 2, jugaba ese juego muy a menudo, casi siempre jugaba con gabumon porque era al que mejor sabia usar, estaba jugando en un jugador y cuando estaba por llegar al final me aparesio un desafio, pense que era black guilmon puesto que era el personaje que me faltaba, pero cuando aparesio la imagen del desafio enves del nombre decia 666 mon, y la imagen era una sombra.
Pense que era un error del juego y por eso segui jugando, cuando comenso la pelea, el escenario era como el de la cascada pero las rcoas paresian estar echas con huesos, y el agua era sangre no agua, esto me elo la sangre pero pense que era otro problema del juego o el televisor, cuando comenso la pelea enves de decir ready, rumble, decia ready, to die, que en ingles significa preparado para morir, cuando dijo para morir se hoyo un grito macabro y al oirlo solte el control y me cai de la silla, antes de que pudiera salir corriendo una vos sombria macabr y misteriosa me dijo, no lo hagas si quieres vivir, me agarro tanto miedo que agarre el control y segui jugando, luego mire a la esquina inferior derecha y vi que mi enemigo paresia un hombre como un zombie pero rojo con cuernos y tambien le goteaba sangre, cuando me golpeo lo raro fue que a gabumon le salio sangre y no hiso esa pose graciosa que hace cuando lo golpeas normalmente, y ademas senti un dolor en el braso, luego intente atacarlo con un blu blast pero lo esquivo y me volvio a golpear, esta ves gabumon grito y cayo al suelo y me dolio el otro brazo,y la misma vos me dijo, ya cayo uno ahora faltan los otros.
Entonces el combate se reinisio pero esta ves yo era agumon, entonces me volvio a derrotar y me dijo, cada ves te acercas mas a tu destino, cuando se te acaben los amigos te tocara a ti.
Y esto se repitio hasta que me toco usar a patamon, cuando empeso me di cuenta que era el ultimo y era muy debil y segui jugando pero comese a llorar, entocnes me estaba dando una paliza pero por alguna rason mi vida nunca bajaba, no importa cuando me golpeara siemrpe quedaba igual.
Entonces encontre un item de evolucion y lo use.
Cuando evolusione en angemon se hoyo a esa vos pero gritando muy fuertemente cada ves mas fuerte, y comenso a escapar enves de atacarme, yo lo persegui y lo golpee, y entonces se congelo la pantalla y se hoyo el mismo grito de fondo pero cada ves bajava el volumen, hasta que desaparesio y después de 10 segundos de silensio, el grito volvio pero como si tuviera el volumen al maximo, y empeso a salirle sangre de todos lados y a salir un rallo rojo de su boca.
Entonces el demonio grito, maldito seas tu y tu familia, algun dia me vengare,
Y desaparesio, di un suspiro y la consola se apago automáticamente.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Una distancia incierta

Estábamos yendo a la casa de mi tía mientras se hacía de noche, una vez que llegamos, muy cansados, nos fuimos a dormir juntos con mis hermanos a nuestra habitación.

De repente se largo a llover descomunalmente y junto con mis hermanos sentimos temor por los ruidos que ocasionaba la tormenta y el viento que agitaba los arboles circundantes a la zona. A causa de esto decidimos darnos las manos hasta dormirnos – hecho que logramos en medio de la oscuridad a pesar de la distancia de nuestras camas – de tal modo aseguramos un contacto físico que infundía tranquilidad entre nosotros.

Al amanecer, alrededor de las 9 A.M entró mi madre a preguntar como habíamos dormido y de paso nos trajo el desayuno a la cama. Mientras charlábamos con ella nos preguntó como habíamos dormido anoche y le contamos que al comienzo – apenas nos acostamos – tuvimos miedo, sin embargo nos dimos las manos para tranquilizarnos… A partir de nuestro relato de lo sucedido la noche anterior nos pidió que le mostráramos como nos dimos las manos de una cama a la otra entre los tres….¿Adivinen qué? Una distancia abismal nos separaba al extender nuestras manos pretendiendo llegar a tomarnos unos a los otros…

A partir de esa noche, aún trato de encontrar una explicación racional a la situación misteriosa que nos había unido de las manos…

La otra mitad



Yo estaba sentado en las escaleras de la oficina del museo con una taza de café, cuando sucedió. Había sido un largo día, y yo mande al niño que trabajaba en el museo a limpiar las exhibiciones, luego de darle la advertencia de no tocar o abrir algunas de ellas.

De repente, un terrible grito que sacudió el edificio junto a un sonido desgarrador, me llevaron inmediatamente a bajar las escaleras con una velocidad extrema.

En la habitación de los espejos (conocida por mi) colgaba un antiguo espejo a un pie de distancia, hecho de un material obsidiano (vidrio volcánico). Detrás de las paredes de cristal de la vitrina (inofensivas por cierto) mucha gente comentaba haber visto una bruja con una cara demoniaca. Al verlo descubierto descubrí realmente que era una locura, tal como lo afirmaban algunos.

Llegue a la sala de los espejos, y un horrible olor flotaba en el aire. En el piso yacía la mitad de un cuerpo- reconocí su mitad inferior aun con ropa. La piel había sido estirada y arrancada del cuerpo y los órganos, arrancados sin derramar una gota de su contenido en el suelo. Las piernas estaban en la parte inferior de una caja de madera que se encontraba por debajo de los espejos, y el hueso de la cadera estaba apoyado en la pared.

La caja se había roto, una gran cantidad de trozos se encontraban en el exterior. A su vez, una bola de pelos, enredada con piel y sangre, se hallaba pegada al marco del espejo. Con mucha concentración di un paso hacia el lado oscuro de la habitación, mis sandalias a pesar de mi cuidado fueron manchadas con bilis y salpicadas por un gran charco de sangre. Observando hacia mas cuidadosamente esta zona, vi mi sombra reflejada dos veces. En su mano había un brazo roto con un tono pálido, el cual era conducido por el sendero de la oscuridad. Un instante mas tarde, llegue a la conclusión de que era la otra mitad del cuerpo con la cara arrancada la que se elevaba sobre mis espalda

 
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